¿Qué es la vocación? ¿Cómo saber cual es la nuestra? ¿Buen pasar y éxito? O ¿Felicidad?, Estas son preguntas insoslayables para un estudiante de enseñanza media, y por qué no, de los universitarios también. Todos nos cuestionamos nuestra vocación, es natural, es un tema muy relevante al que nos vemos enfrentados. La elección de la vocación nos ayuda a conocernos y definirnos, y ver quienes queremos ser. Te invito a reflexionar sobre el tema

Los jóvenes hoy en día somos muy cuestionados por la sociedad a la hora de elegir nuestro futuro. ¿Es su vocación?¿Tiene habilidades para tal carrera? ¿Le gustará? ¿Es rentable? Esas son las preguntas que como jóvenes escuchamos continuamente. Y es ese el punto, escuchamos pero no reflexionamos acerca de ellas.
Si bien uno puede tener gustos para muchas cosas y habilidades para otras tantas, la vocación es una, nos absorbe en la motivación permanente de ser y hacer algo. La vocación es nuestro sueño y anhelo de vida, pero ¿por qué es importante elegir bien nuestra vocación? Es una interrogante clave que quiero usar como baje a desarrollar en este ensayo.
Elegir o encontrar nuestra vocación es importante. Una buena decisión puede motivarnos a desarrollar nuestra carrera al 100%, pero elegir nuestro futuro sólo por ingresos nos obligara a estar 8 horas de trabajo, esperando realizar nuestro hobby o simplemente a hacer las cosas sin amor ni dedicación.
Cuando elegimos nuestra vocación tenemos que tener 4 puntos claros; el primero los gustos, son los que nos reconfortarán y nos darán placer. Hay gustos de los que uno es solo consumidor, o sea los consumimos pero no tenemos aptitudes para ellos, como por ejemplo un bien material, en cambio hay otros gustos que nos producen placer personal y a pesar que a veces son efímeros, nos motivan a continuar, como las vacaciones por ejemplo.
El segundo punto que hay que tener presente cuando elegimos nuestra carrera es el interés, es lo que nos produce curiosidad y nos llama la atención, nos motiva y nos provoca a ser más, a indagar y buscar respuesta a ciertas interrogantes del mundo.
El tercer punto es las habilidades, son la facilidad, ocurrencia, intuición, imaginación, confianza y autonomía. Hay cosas que hacemos y nos hace sentir bien, pero no tienen mayor interés en uno, ya que uno tiende siempre a aspirar a más, a lo más excelso y lo que es fácil para uno no nos llama a mas que sentirnos bien con una alimentación a nuestro autoestima y a recibir el reconocimiento de los demás.
Por último, pero no menos importante, el punto de la personalidad, nuestra forma de sentir y de actuar en el medio que nos rodea. Tenemos la personalidad de plantearnos frente al mundo con nuestra decisión académica.
Luego de esto aun me pregunto ¿Por qué es importante elegir nuestra vocación? No es fácil hacerlo y ¿Cómo lo hago?
Para elegir nuestra vocación hay que soñar. Atreverse de verdad a soñar. Cuestionémonos ¿Qué requiere el medio de mí? ¿Hacia donde voy? Soñar y decir “yo me vuelo con esto”, ese es el sueño de vocación. No como el suelo o anhelo de satisfacer una necesidad, darse un placer, la búsqueda de un alivio o desahogo o sólo entregar algo a alguien. Toda carrera tiene objetivos, herramientas, conocimientos complementarios. Los objetivos son responder a nuestra vocación, sus herramientas, las aptitudes y nuestro interés. Y sus conocimientos complementarios a nuestros intereses complementarios y que ojala no sea de nuestro rechazo.
La labor que realiza al ejercerla y el ambiente en el que se desarrolla tiene que estar de acuerdo a nuestra personalidad.
Luego de saber hacia donde ir, vemos si estamos en condiciones de seguir ese camino, hay condiciones que nos limitan como el puntaje o las situaciones socioeconómicas. Por eso hay que ver las alternativas para seguir nuestro camino. Por ejemplo ir por otra carrera que quizá no sea la que uno quería pero esta dentro del área de trabajo que buscaba. Pero no dejarla 100% descartada, pues quien sabe si hay personas que ya a avanzada edad encuentra su vocación y la realizan ya que es su sueño y anhelo.
La vida nos ofrece muchas oportunidades de las que vemos y hay que estar atentos ante estas. Sabemos ya que nuestra vocación es un apunte hacia los anhelos del alma en relación con la vida, con nuestra existencia trascendente. “Hay que buscar en nuestra alma lo que queremos decir” (Pilar Sordo, psicóloga). Es importante elegir bien, porque nos determinara en muchos aspectos, no solo si nos sentimos bien realizando nuestro trabajo, sino también en la motivación que tengamos para hacerlo. Si tomamos una mala decisión nos quedaremos con el nudo o el pensamiento de que algo nos falta hacer, realizar y ese algo no es cualquier tarea, es nuestro anhelo de vida.
Es cierto que cada uno elige su vida, sea por gusto, dinero o cualquier otra, pero la vida nos exige satisfacciones y no solo materiales. Un trabajo reclama 8 horas diarias, atención la mayor parte del tiempo y otras capacidades. Si no hay satisfacción o interés ese trabajo tendrá sabor a nada y no será más que una carga.
Por esto invito a los jóvenes a motivarse en buscar y soñar nuestra vocación, nos equivocamos no importa, dicen que de los errores se aprende, pero busquemos nuestros anhelos ¡para realizarlos!
PD: ¿Y tú ya encontraste tu vocación?